jueves, 23 de diciembre de 2010

¿Qué quiero de Navidad?

Recuerdo que en mi infancia cuando pensaba en navidad lo realmente importante eran los juguetes, es curioso porque cuando somos niños somos nuestra propia antitesis, somos realmente ajenos a todo ese mundo del señor dinero y lleno de apariencias, pero al mismo tiempo materialistas, talvez he de entender que cuando una es pequeño y no se le explica de forma práctica el significado de la verdadera Navidad, es algo injusto juzgar o reprochar la actitud de girar la noche buena al simple y narcisista acto de recibir regalos, sin embargo considero que cuando ha terminado cierta etapa de la vida y ha reunido experiencia en el mundo real, me remonto a nuestra realidad y me atrevo a indagar según nuestra ley colombiana a los 16 años ya tenemos suficiente edad para dar consentimiento sexual y a los 18 ya nos convertimos en ciudadanos y somos conscientes que tenemos deberos y derechos, creo que sería acertado afirmar que a la edad 10 años en adelante podemos comprender que navidad no es solo gastar dinero en regalos y ropa, sino se trata de algo más allá de nuestra actual tendencia consumista, la navidad es una época para recordar la unión, el amor y la solidaridad del ser humano, de agradecer por todas las cosas bonitas que tenemos y hemos tenido en la vida (en mi caso de agradecerle a Dios por la familia y el hogar que me regalo, especialmente por mis papás), y para compartir esa alegría y la solidaridad que emerge especialmente en esta época (aunque desearía que esto sucediera todo el año) con quienes son menos afortunados que nosotros, con aquellos que están solos o que tienen una necesidad muy grave, que bonito sería poder enseñarles esto a nuestros niños para que cuando crezcan aún mantengan vivo ese mensaje, es obvio que apartar la navidad de los regalos para los niños es algo imposible, pero que hermoso sería que en lugar de barbies, wii, bicicletas y muñecas, (que al fin y al cabo despues de 1 semana dejarán a un lado) aprendieran a apreciar el regalo de una sonrisa, de un gesto de agradecimiento. Creo que ese error que se ha cometido en la infancia es la razón por la que muchas personas cuando crecen pierden el entusiasmo cuando llega la época decembrina, porque al final y cabo cuando vas creciendo las cosas materiales simplemente ya no te llenan, y como era eso lo que realmente esperabas de navidad, entonces ese espiritú navideño desaparece; yo por mi parte renuncie a los regalos a los 11 años, ya no me interesaban tanto, creo que más que eso solo deseaba tener a mis papás a mi lado y con salud, ese era el regalo que quería y el que sigo pidiendo salud y tiempo para mí y para mis viejos y muchas bendiciones para todas aquellas personas que forman parte de mi vida y que amo, y también para todas aquellas personas que las necesiten. Feliz Navidad!!!

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